Salud cardiovascular*
La evidencia científica muestra que la espirulina apoya un sistema cardiovascular saludable y protege del estrés oxidativo. La espirulina puede reducir el colesterol total, el colesterol LDL y los triglicéridos, al tiempo que aumenta el colesterol HDL (el ‘bueno').
Salud celular *
Los radicales libres pueden dañar partes de las células como las proteínas, el ADN y las membranas celulares al robar sus electrones a través de un proceso llamado oxidación. Los antioxidantes en la espirulina como la ficocianina pueden ayudar a combatir los radicales libres en el cuerpo.
Salud ocular *
La espirulina contiene 15 veces más vitamina A (betacaroteno) que las zanahorias. La espirulina contiene nutrientes como aminoácidos esenciales y zinc que pueden ayudar a prevenir problemas de visión relacionados con la edad, como degeneración macular y cataratas.
Soporte inmune*
Se ha demostrado que la espirulina promueve la inmunidad innata (innata), la primera línea de defensa del cuerpo. En este sentido, promueve la función de los macrófagos, la proliferación de células T y la actividad de las células asesinas naturales. También es importante en la regulación de la producción de anticuerpos.