Mejora nuestra piel.
Un estudio dermatológico encontró que el consumo oral de aceite de semilla de cáñamo mejora los síntomas de la dermatitis atópica, también conocida como eccema. Los investigadores atribuyen estos resultados a los ácidos grasos que se encuentran en el aceite de semilla de cáñamo.
El aceite de semilla de cáñamo también es útil para tratar otras afecciones de la piel, como la costra láctea, la psoriasis y el acné. Además, el aceite de semilla de cáñamo fortalece la piel y la hace más capaz de resistir las infecciones.
Presión sanguínea baja
Los ácidos grasos omega-3 abundantes en el aceite de semilla de cáñamo pueden ayudar a reducir la presión arterial en personas con hipertensión (presión arterial alta). La investigación recomienda el uso de suplementos de ácidos grasos omega-3 junto con medicamentos para la presión arterial para bajar la presión arterial.
Alivio del dolor
Las propiedades antiinflamatorias del aceite de semilla de cáñamo ayudan a reducir el dolor. Puede aplicar aceite de semilla de cáñamo directamente en el área dolorida para aliviar el dolor de forma natural.
Reducción de la inflamación
Se ha demostrado que el ácido gamma-linoleico (GLA) presente en el aceite de semilla de cáñamo reduce la inflamación. Una revisión de estudios sugiere que las hierbas naturales ricas en GLA son efectivas para aliviar los síntomas de afecciones inflamatorias, como el síndrome del intestino irritable (SII), la artritis reumatoide (AR) y la esclerosis múltiple (EM).